miércoles, 14 de marzo de 2012

A veces no se como voy a sobrevivir…

Durante toda mi vida nunca me ha gustado mostrar mis sentimientos. No se por qué. Tal vez por que así son mis genes. No me gusta que la gente sepa como me siento. No me gusta sentirme vulnerable y normalmente soy buena para esconder mis sentimientos, pero después de seis años de estudiar medicina el contacto con tanta gente que lucha por sobrevivir día a día; que a veces no sabe ni que le pasa ni que le están haciendo, esta provocando que cada vez sea más difícil para mí ocultar lo que siento.

Hoy durante la tutoría  de la mañana en la que la Dra. nos lleva a la selección*, nos encontramos con una paciente como todas las pacientes de maternidad. Una señora humilde, con su delantal blanco y la cara marcada por una vida llena de obstáculos. Llego al hospital por referencia de Sonsonate. Normalmente en la selección solo entramos 1 con la Dra., pero esta vez fue diferente ella nos  metió a todos en ese cuartito en el que apenas cabemos 3 personas; resulta que la señora tenía un tumor en su pecho. El tumor era claramente maligno, no había donde perderse. Gritaba a todo pulmón: Soy maligno y estoy matando a esta señora.

Lo triste de la historia es que ella fue a consultar hace como 1 año y el “Dr.” que la atendió le dijo que era herpes y le receto una crema que la señora nos dijo valía 25 dólares y no la pudo comprar.

Ahora yo me imagino a esta pobre señora agarrado valor para ir a buscar a un doctor después de quien sabe cuanto tiempo de haber sentido algo extraño en su pecho. Me la imagino viajando, quien sabe cuantos kilómetros, a ella sola o tal vez con su esposo en busca del doctor más cercano para que este le diga que lo que tiene es herpes y la mande a su casa con un medicamento que sus condiciones no le permiten comprar. Y me la imagino viajando con alguien que no conoce hasta San Salvador por que al fin alguien que si sabe la mando al hospital de tercer nivel al que tenia que haber llegado hace 1 año cuando tal vez hubiera sido más fácil tratar su enfermedad.

A veces pienso en estas personas que estudiaron medicina, pero no se preocuparon por aprender o que ni siquiera voltean a ver a sus pacientes. Mi gente es humilde y confía en que la persona de gabacha blanca les va a ayudar; y lo mínimo que nosotros debemos hacer es eso, ayudarles o si nosotros no podemos aceptar nuestras limitaciones y enviarlos con alguien que si va a poder.

*Seleccion es el filtro donde llegan las pacientes por primera vez al hospital para ser mandadas a consulta dentro del hospital o a otro nivel de atención