viernes, 13 de abril de 2012

Lo único malo del Bloom

Esta semana empezó la nueva rotación de pediatría y estar de regreso en el Bloom es la mejor parte del año…

En ese hospital no hay ni un día que sea aburrido o estresante, cualquier tipo de mal humor se borra automáticamente al ver tantos tiny humans.

Pero hay un lado malo de la moneda… Uno se encariña con esos tiny humans… Verlos ahí todos los días, jugar con ellos, dejar de poner atención en la tutoría por estar viendo que hacen; todo eso hace que uno se encariñe, pero siempre hay un tiny human con el que uno se encariña más. Esta vez es una niña, Se llama Abby, tiene 2 años y está ingresada no por enfermedad, sino por riesgo social. la encontraron en una cervecería con su mamá (quien aparentemente trabaja ahí y estaba ebria).

Desde que llegamos al Bloom ha estado ahí, jugando con todo el que se le acerca; es una personita terrible y muy independiente; ella solita se viste, se pone sus zapatos se sube y se baja de su cuna, va al baño sola, come sola etc. En los cuatro días que hemos estado en ese servicio nunca he visto a su mamá con ella, aunque dicen que por ahí ha llegado. Ahora ya tenía todo listo para que le dieran el alta, se la van a llevar al Hospital Zacamil y luego al ISNA, y muy probablemente el lunes que llegue ya no la vuelva a ver.

Sinceramente espero que su mamá se de cuenta de el tesoro que tiene y la pueda recuperar y cuidarla mejor para que no se pierda en el ISNA.

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