Mañana es el día de la madre y como mi mamá no va a estar pues ya se lo celebramos asi que esto no va a ser para ella…
Este año se cumplieron 5 años de la muerte de mi abuela, 5 años que han pasado volando, 5 años en los que las cosas han cambiado, 5 años en los que todos hemos crecido. A 5 años de su muerte todavía se siente su ausencia, todavía se hace el nudo en la garganta cada vez que pienso en ella.
Tuve la dicha de tener a mi abuela por 18 años de mi vida, en los que escuche sus historias y canciones de cuna, en los que la tuve para oir mis risas y limpiar mis lagrimas. Ella era como una abuela de cuentos, con su cabello blanco, sus ojos amables, sus manos suaves y su voz resonante.
Muchos recuerdos saltan a mi mente cuando pienso en ella, pero el que resalta ahorita es de una noche que dormiá en su casa, yo tenía como 6 o 7 años, mis papás estaban separados y mi papá estaba viviendo es su casa. Esa noche me fue a acostar y me cantaba una canción para dormir, no me podía dormir pero me hacia la dormida y creo que ella sabía por que seguía cantando (es importante que sepan que a mi nunca me ha gustado llorar de verdad en frente de la gente, son contadas las personas que me han visto llorar). Recuerdo que quería llorar, pero me aguantaba; hasta que una lagrima se escapo de mi ojo y lo último que sentí esa noche fue su mano en mi mejilla llevandose mi tristeza.
Hace 5 años se fué a vivir con los angeles y ahora nos cuida desde arriba.
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